25 noviembre 2006

3 menos...

¿Quién dijo que los castigos de la inquisición ya se habían extinguido? Ayer tuve la oportunidad de descubrir que su desaparición era puro mito... ayer me senté en uno de los potros de tortura más desagradables que todavía existen... La silla del dentista.

Lo mejor de todo es que no tuve que pagar para sufrir, porque me lo cubre el seguro dental que me da la empresa, que si no... Porque eso de tener que pagar para terminar sufriendo lo que no hay en los escritos, sólo se me ocurre definirlo con la palabra MASOQUISMO...

Todavía estoy padeciendo los estragos de la tortura que me hicieron ayer... :( espero que se me olvide pronto...

Comentarios:

Anonymous Anónimo puso lo suyo...

¡Qué horror! y qué fué lo que te pasó? tan mal las tenías para que te tuvieran que sacar 3 muelas?
A mí no me han sacado nunca ninguna, sólo tengo una endodoncia en una y lo pasé mal, no es agradable el ir al dentista.
Se puede comparar al ginecólogo, hay que tener ganas de pagar por pasar un rato desagradable...

lunes, 27 noviembre, 2006  
Blogger Gitano azteca puso lo suyo...

Pos yo no te quiero ni contar to lo que me han hecho en la boca, porque si no me voy a echar a llorar... :(

martes, 28 noviembre, 2006  

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