Y nos dieron las diez
...y casi las once, cuando salimos por fin del Auditorio Nacional de la Ciudad de México, dirección del coche, después de más de dos horas de concierto.
Pero antes de eso tuvimos que disfrutar de uno de los mejores conciertos (por no decir el que más) al que hemos asistido Rocío y yo juntos...
Eran pasadas de las 8 de la noche cuando empezó a sonar como música de fondo Y nos dieron las diez, en plan orquesta filarmónica... no había nadie en el escenario y las luces estaban todas encendidas... de repente se apagaron todas las luces... en ese momento la gente se volvió loca, aplaudiendo y gritando... y empezaron a salir los músicos. El primero que apareció fue Panchito Varona, con un sombrero como el de Morocco Topo... después Antonio García de Diego, Olga Román y los demás (el batería y un guitarrista)... y por último apareció... El hombre del traje gris
La locura de la gente iba a más...
Joaquín Sabina tomó una guitarra y empezaron con Aves de paso. Terminada la canción Sabina soltó la guitarra y agarró un bastón con el golpeaba como loco el suelo del escenario siguiendo el ritmo de Ahora que...
Esta foto de Luis Magán la publicó El País el 7 de septiembre de este año, un día después del concierto que Joaquín Sabina dió en Las Ventas... Esta misma imagen la pudimos ver, tal cual, en México.
Después de la segunda canción llegó el momento para saludar y fue uno de los más emotivos de la noche... Dijo que México era muy especial para el, porque fue el primer país latinoamericano que pisó, precisamente en ese mismo escenario... dijo que aquí lo habían hecho cuate, porque había tenido la suerte de conocer a tanta y tanta gente las cuales fue enumerando... en ese momento agradeció a su amigo Gabo (Gabriel García Márquez) por encontrarse allí con el... La gente, que en ese momento lo estaba escuchando sentada, se levantó y empezó a aplaudir y a gritar Gabo, Gabo, Gabo... y mirando para todos los sitios del Auditorio a ver si lo localizaban...
Dijo que sus músicos eran "la orquesta del Titanic, porque siguen tocando mientras yo me hundo"... y que la maldición de Moctezuma le había caido en esta ocasión... por lo que si lo veían un poco tembloroso que la gente no lo achacara a su edad, si no a la maldición...
Después se puso a hablar de la inmigración, agradeció a "San Lázaro Cárdenas" por el apoyo al exilio español, y maldijo el muro yanqui... y dijo que si los mexicanos se decidían tirarlo, que lo avisaran, que allí estaría el también "para derribarlo a hostias"... Y cantó Píe de guerra (de su último disco).
Hubo momentos muy emotivos durante el concierto, sobre todo cuando cantó Por el bulevar de los sueños rotos. También hubieron momentos de esos muy de Sabina, mezclando canciones y cambiándole las letras para hacerles esos pequeños guiños al público.
Uno de los más especiales fue cuando canto de un tirón Que se llama Soledad, Peor para el sol y Contigo. En esta última sustituyó a Venecia por Oaxaca, y la gente enloqueció...
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Oaxaca sin tí.
De su último disco sólo cantó tres, Pájaros de Portugal, Píe de guerra (que ya mencioné) y Resumiendo. Se explayó más por clásicos suyos de toda la vida: Calle Melancolía, Princesa, Una canción para la Magdalena, etc...
Y como no podía ser de otra forma terminó de la manera más mexicana posible: Cantó Camas vacías, Noches de Boda y Y nos dieron las diez, donde en vez de esposarlos los municipales de toda la vida, en esta ocasión fueron los pinches federales.
Todo adjetivo que pueda decir seguramente se quede corto, por lo que lo voy a dejar a imaginación de quien me lea...
La velada acabó (como no podía ser de otra forma, tratándose de un concierto del Flaco) con una mini-manifestación espontánea en el "atrio" del Auditorio gritando todo el mundo (Rocío y yo incluidos) en contra del gobernador de Oaxaca y del futuro presidente Calderón.
Pero antes de eso tuvimos que disfrutar de uno de los mejores conciertos (por no decir el que más) al que hemos asistido Rocío y yo juntos...
Eran pasadas de las 8 de la noche cuando empezó a sonar como música de fondo Y nos dieron las diez, en plan orquesta filarmónica... no había nadie en el escenario y las luces estaban todas encendidas... de repente se apagaron todas las luces... en ese momento la gente se volvió loca, aplaudiendo y gritando... y empezaron a salir los músicos. El primero que apareció fue Panchito Varona, con un sombrero como el de Morocco Topo... después Antonio García de Diego, Olga Román y los demás (el batería y un guitarrista)... y por último apareció... El hombre del traje gris
La locura de la gente iba a más...
Joaquín Sabina tomó una guitarra y empezaron con Aves de paso. Terminada la canción Sabina soltó la guitarra y agarró un bastón con el golpeaba como loco el suelo del escenario siguiendo el ritmo de Ahora que...

Después de la segunda canción llegó el momento para saludar y fue uno de los más emotivos de la noche... Dijo que México era muy especial para el, porque fue el primer país latinoamericano que pisó, precisamente en ese mismo escenario... dijo que aquí lo habían hecho cuate, porque había tenido la suerte de conocer a tanta y tanta gente las cuales fue enumerando... en ese momento agradeció a su amigo Gabo (Gabriel García Márquez) por encontrarse allí con el... La gente, que en ese momento lo estaba escuchando sentada, se levantó y empezó a aplaudir y a gritar Gabo, Gabo, Gabo... y mirando para todos los sitios del Auditorio a ver si lo localizaban...
Dijo que sus músicos eran "la orquesta del Titanic, porque siguen tocando mientras yo me hundo"... y que la maldición de Moctezuma le había caido en esta ocasión... por lo que si lo veían un poco tembloroso que la gente no lo achacara a su edad, si no a la maldición...
Después se puso a hablar de la inmigración, agradeció a "San Lázaro Cárdenas" por el apoyo al exilio español, y maldijo el muro yanqui... y dijo que si los mexicanos se decidían tirarlo, que lo avisaran, que allí estaría el también "para derribarlo a hostias"... Y cantó Píe de guerra (de su último disco).
Hubo momentos muy emotivos durante el concierto, sobre todo cuando cantó Por el bulevar de los sueños rotos. También hubieron momentos de esos muy de Sabina, mezclando canciones y cambiándole las letras para hacerles esos pequeños guiños al público.
Uno de los más especiales fue cuando canto de un tirón Que se llama Soledad, Peor para el sol y Contigo. En esta última sustituyó a Venecia por Oaxaca, y la gente enloqueció...
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Oaxaca sin tí.
De su último disco sólo cantó tres, Pájaros de Portugal, Píe de guerra (que ya mencioné) y Resumiendo. Se explayó más por clásicos suyos de toda la vida: Calle Melancolía, Princesa, Una canción para la Magdalena, etc...
Y como no podía ser de otra forma terminó de la manera más mexicana posible: Cantó Camas vacías, Noches de Boda y Y nos dieron las diez, donde en vez de esposarlos los municipales de toda la vida, en esta ocasión fueron los pinches federales.
Todo adjetivo que pueda decir seguramente se quede corto, por lo que lo voy a dejar a imaginación de quien me lea...
La velada acabó (como no podía ser de otra forma, tratándose de un concierto del Flaco) con una mini-manifestación espontánea en el "atrio" del Auditorio gritando todo el mundo (Rocío y yo incluidos) en contra del gobernador de Oaxaca y del futuro presidente Calderón.
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