Historias para no dormir

Lo del día de hoy es pa enmarcarlo en cualquiera de las mejores galerías de terror que hay repartidas por este mundo.

Hoy debía de haber sido el Día D en la TAD (Terminal de Abastecimiento y Distribución) de Escamela. El día en que todo debía de quedar zanjado, con el sistema totalmente funcionando (bueno, al 99'9%) y siendo entregado con toda la parafernalia burocrática que tanto gusta por aquí en este país.

Pues así debía de haber sido, pero no fue... porque el personal encargado de recibir el sistema por parte de Pemex (Petróleos Mexicanos) no se presentó, y realmente nunca se supo el motivo. A lo largo de la mañana se fueron dando noticias de todos los colores... primero empezaron diciendo que se atrasaba hasta el miércoles (algo un poco inapropiado, teniendo en cuenta que los que nos encontrábamos allí debíamos estar saliendo ese mismo día hacia otras terminales), pero es que un poco más tarde se dijo que no sería hasta el jueves (peor todavía...).

-Pues a Poblano (mi compañero) lo están esperando mañana en Poza Rica, y a ti en San Luis Potosí... así que si no se puede hacer hoy, pues ya se estará buscando otra fecha para la semana que viene... no podemos estar esperando hasta el jueves o hasta que a ellos les de la gana...- Fue lo que me dijo mi jefe, y fue lo que yo les dije a la gentuza de Pemex.

Así que con esas, pues yo ya estaba listo para irme... si no hubiera sido porque esta mañana mandé ropa a la lavandería, y que, por lo menos hasta las 7 de la tarde no la entregan...

El plan era el siguiente: terminaría de comer, subiría a mi habitación a recoger todas mis cosas y me quedaría esperando la ropa, para que en ese mismo momento tomara camino a la oficina (a unas 4 horas de camino) para realizar el cambio de coche, irme a casita con mi niña y mañana por la mañana partir rumbo San Luis Potosí, pero...

Esta mañana pa no llevar dos carros me fui con mi compañero, y dejé el mío (que es de la empresa, de esos que lleva el nombre corporativo pegao en los laterales con letras grandes y escandalosamente chillonas) en el hotel...

Cuando terminé de comer y subí a la habitación me di cuenta de que algo me faltaba... las llaves del coche -Las tuve que dejar en el bolsillo del pantalón que dejé esta mañana pa la lavandería- pensé...

Lo primero que hice fue llamar a la recepción del hotel y comentar el tema... me dijeron que antes de llevar la ropa a la lavandería la revisan, por si hubiera algo raro que se pudiera perder, y que no le habían reportado ningunas llaves, pero que, aún así se iban a cerciorar.

Minutos después recibí la llamada que no quería recibir: -Pues lo siento, pero me comentan que no encontraron nada...

Revolví todas mis cosas, que ya tenía medio recogidas... Puse toda la habitación patas arribas... Me desesperé... Volví a llamar a recepción... Pasados otros minutos me volvieron a dar la misma respuesta...

-Anoche cuando llegué al hotel, después de cerrar el coche, abrí el maletero pa recoger el overol (mono de trabajo)... ¿No se me caerían las llaves dentro del maletero?- pensé...

No me quedaba de otra que abrir, como fuera, el maletero y revisar... Por suerte (para mí, en ese momento) los cerrajeros de por aquí son todos unos ladrones... y no lo digo por lo que cobran, sino porque son capaces de abrirte cualquier coche, por sofisticado que sea, en cuestión de segundos... Fui a buscar uno, y en nada de tiempo me encontraba, con medio cuerpo dentro, rebuscando en el maletero del coche la pinche llave que... nunca encontré... :( Mi última esperanza se acaba de esfumar... :(

A todo esto ya pasaban de las 8 de la tarde, y todavía no traían la ropa de la lavandería... Aunque hubiera querido, y podido irme, no me iba a ir sin mi ropa...

Después de armarme de valor... armarme de valor digo, porque en ese momento sentía pánico, no de que me regañaran (ni estamos en el colegio, ni soy el primero al que le ocurre algo así), sino de recibir comentarios burlones y ser motivo de cachondeo, llamé a mi jefe para exponerle toda la situación. Mis miedos estaban totalmente infundados:

-Tu no te preocupes,- me dijo -yo me ocupo del tema. Tú, vete...

Si, si... Tú, vete... ja ja...

Comenté en la recepción que debía irme lo antes posible, y que lo único que me retenía en ese momento era mi ropa... que, por favor, agilizaran el llevármela lo más que pudieran... Mientras tanto, yo iría deshaciendo el desorden en que, provocado por una búsqueda infructuosa, se había convertido mi habitación...

20:38 horas... sentado en la cama, sin nada que hacer, sólo esperar mi ropa, escucho cómo llaman a la puerta... Sí, sí, síiiiiii....... por fin... ya me puedo ir... Iluso...

En menos de cinco minutos estaba ya en la recepción, para cerrar cuenta, que me prepararan las facturas, y para irme a la estación de autobuses corriendo...

-Le tendremos que cobrar la noche de hoy.
-Si, si... cóbrame lo que quieras, pero rapidito... (¿qué importa si me cobras una noche más o menos? lo que quiero es irme ya)

Casi media hora me tuvo la tipa: -Firme aquí... esto es para la agencia de viajes... ¿A qué nombre me dijo que le hiciera la factura?... ¿El pago va a ser en efectivo o con tarjeta?... Son tres cargos de lavandería y nosecuántos de restaurante ¿le hago dos facturas, una por cada concepto?

No sé si es exceso de amabilidad o de ineptitud...

21:29 horas... Estación de autobuses de la ciudad de Orizaba:

-Un boleto pal próximo autobús pa México...
-Tenga, señor... 199 pesos

No puede ser... esto no me puede estar pasando a mí... una pesadilla al lado de esto es un sueño erótico... El autobús sale a las 00:20

-Menos mal que tengo la noche pagada en el hotel, y que lo tengo a cinco minutos andando de aquí. Podré hacer tiempo en un sitio decente, y no en los bancos de la estación como si fuera un indigente cualquiera buscando un refugio nocturno...

Llego al bar del hotel: -Una cervecita, por favor...- Saco el portátil y me dispongo a escribir una pamplina más en el Pucherito.

Lo que no me pase a mí...